martes, 24 de marzo de 2009

Y cuando... (III). Volvemos a las andadas....

Hola a Tod@s!!

La verdad es que ya llevaba un tiempo sin actualizar. Esta vez no voy a poner escusas, siempre pongo las mismas y ya no os las vais a creer.

Han pasado muchas cosas desde que escribí por aquí la última vez. Entre otras cosas ya he terminado oficialmente la carrera, por lo que ya hay otro aeronáutico, norautico o como querais llamarlo frikeando por el mundo. También si quereis contratarme o conoceis a alguien que necesite a alguien como yo, escucho todo tipo de ofertas.

En otro orden de cosas, y esto es lo que me ha motivado a escribir hoy, (a parte de un mensaje recordatorio de César) he vuelto a los entrenamientos. He empezado con 35 minutillos de carrera a pie, y por ahora y hasta que no me organice mejor solo correré y trabajaré la elasticidad e intentaré quitarme mi abominal, perdón, fortalecer mi tableta de chocolate.

Y ya que estamos por aquí, quiero contaros otra historia del abuelo Carraclaca de esas que últimamente me saco de la manga.

En esta historia, el protagonista, podría definirse como el Craig Walton murciano. Este año seguro que emula alguna machada de este mítico triatleta.

Con nuestro Craig Walton, he crecido desde siempre, no solo como triatleta. Ha sido triatleta desde siempre, cuando yo era el más gordo de la clase el ya era triatleta. Cuando empecé a nadar, él seguía siendo triatleta. Cuando comencé a hacer triatlón continuaba siendo triatleta. Aquella tarde en la que estaba haciendo series en la pista del poli y su entrenador lo mandó (junto a Longerjosef) a entrenar con Ginés y conmigo porque no querían subir 2 veces el Lomo de Bas (ahora Longerjosef lo sube como el que hace sudokus), siguió siendo triatleta (y compañeros de entrenos). Y ahora que vuelvo a ser el más gordo de la clase (hemos cerrado el ciclo, ahora hay que volver a empezarlo) sigue siendo triatleta, pero mucho mejor triatleta.

Recuerdo una vez, aquella época en la que yo era aficionado a caerme en todos lados, que estábamos haciendo rodillo en el gimnasio del poli y , como no, me caí del rodillo pegándole una patada en la cabeza tal que vino Chuck Norris a comprarme la patente de la misma (la patada, no la caída).

Otra anécdota curiosa, una en la que mi amiga la aerodinámica te da "pequeños" sustos, íbamos el y yo por la Playa de la Cola y pasó un camión succionándome. De pronto, este personaje, pudo ser testigo de mi dominio de la aerodinámica para salir de aquel embrollo. Con un certero y audaz chillido uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuhhhhh!!! conseguí esquivar aquellos maléficos torbellinos que Von Karman tan bién estudió.

Estas y otras muchas historias hemos pasado juntos, las cuales ya iré contando en próximas entradas. También decir que es la persona que más sabe de triatlón de este lado del universo y que según su hermano, más clasificaciones se sabe de memoria, aunque eso es típico de todo triatleta que se precie.

Para los que no sabeis todavía a quién me refería, estaba hablando del gran César. Y con esta entrada quiero desearle toda la suerte del mundo en esta temporada triatlética que se avecina.
Se que este año va a ser el suyo, ha fichado por un gran club, ha encontrado a un entrenador con el que encaja a la perfección y lo más importante del todo, los entrenamientos le están saliendo mejor que nunca.

Desde aquí mucho ánimo y suerte para su gran debut de la temporada el próximo 5 de abril.

Un saludo a tod@s!!


Aquí un servidor, César y Jose.

Aquí César en una foto clásica.